sábado, 6 de marzo de 2021

 

LA VOZ SOSTENIDA



Cuarenta y cinco mujeres asesinadas en el 2020.

Cuatro en lo que va de año. Seguimos teniendo unas cifras "oficiales" escandalosas en violencia machista.

Ni a gobiernos conservadores ni a gobiernos progresistas, les eriza la piel estos números. La violencia machista no está en sus agendas como una ineludible prioridad a erradicar.

Gestos y campañas en fechas señaladas. Imágenes y discursos; pero no hay política económico-social vertebrada para exterminar esta violencia. 

Y si persiste, vivimos en una sociedad enferma.

Una sociedad que sigue imponiendo la fuerza bruta, por encima de la razón y de la convivencia.

No se puede hablar de democracia cuando las circunstancias económicas y sociales convierten a las mujeres en ciudadanas de segunda.

No se puede hablar de democracia si a mujeres con distinto color de piel, distinta cultura, distinta capacidad y pobres, se las determina a ser las parias o lo que es peor, a ser las prostitutas del sistema.

Por eso gritamos. Por eso nos matan.

Se ahogan voces, pero se encienden iras. Nos llaman locas, histéricas, violentas, pero hasta Dios expresó su ira y le siguen rezando; así que no piensen que aunque falten voces, podrán callarnos.




*Publicada en El Correo en su sección “Cartas al director”  algún día  a la Dirección 6/03/2021





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