sábado, 24 de abril de 2021

 

LA DIFICULTAD DE LO FÁCIL

 

Este año en Bizkaia la declaración de la renta se ha convertido en un acto de fe o de desesperación.

Quienes han decidido implantar este sistema han dado por hecho cosas que no son reales. La primera que todo el mundo tiene en su casa un ordenador, una impresora y un escáner, además de una buena conexión con Internet. La segunda que el manejo generalizado con la tecnología es habitual.

Partiendo de que ambas premisas son falsas, lo tercero es que si consigues entrar en el sistema, previa identificación digital, ver simplemente o hacer cualquier modificación en la declaración es complicado o una auténtica aventura con ataque de nervios incluido.

Así que la ciudadanía opta por pagar lo que dicen o por pagar a una asesoría. La cosa es pagar.

Entiendo que hay que avanzar tecnológicamente, pero también entiendo que hay que prestar servicios a la ciudadanía para conseguir su bienestar, no para hacerla más dependiente del sistema.

Las próximas elecciones políticas espero que sean con este sistema tan fácil, seguro que para obtener al menos los votos, corren a poner ayuda presencial, la misma que ahora brilla por su ausencia.

 

*Publicada en El Correo el 24/04/2021 en su sección Cartas al Director, algún día a la Dirección.