MALOS VIENTOS
Esta es la expresión utilizada por Macron ante el auge de la extrema derecha en Europa.
Miles de muertos en Siria, Ucrania, Gaza y millones de desplazamientos migratorios hacia la vieja Europa para sobrevivir.
Mientras hablan de libertades y democracia, los líderes mundiales nos condenan a la esclavitud sin cadenas visibles o a la muerte.
Reyes, presidentes, mandatarios escenifican acuerdos y alianzas con dictadores, tiranos, déspotas y autócratas más preocupados por aumentar el caudal de sus beneficios que por el catastrófico resultado de sus políticas.
Y cuando las consecuencias estallan en las calles, la represión y la mordaza son la injusta respuesta. Humanidad, fraternidad e igualdad poco importan, son voces ahogadas en el imaginario de la vieja Europa, en la que la etapa de los discursos fue brillante como lo fue Hitler cuando nos llevó a una Segunda Guerra Mundial. No aprendemos.
No son malos vientos de una época pasajera, son lo que han creado en sus laboratorios financieros: mentecatos con ansias ilimitadas de poder, sin ética, sin escrúpulos, sin honestidad. Porque esos valores en política... sí que se los llevó el viento.
*Foto de internet sin autoría conocida.
CELIA HERAS HERNANDO
*Texto publicado en el Deia el 30/05/2024 y en El Correo el 3/06/2024.
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